miércoles, 29 de enero de 2025

SESIÓN V (24/25): "Rabos de lagartija" Juan Marsé


FICHA TÉCNICA

Nº de páginas:  352

Tiempo de lectura: 8h 23m

Editorial: Contemporánea

Idioma: Castellano

Encuadernación: Tapa blanda

ISBN:  9788483462065   

Año de edición: 2006


JUAN MARSÉ


Juan Marsé, nació como Juan Faneca Roca en Barcelona el 8 de enero de 1933.  Hijo de una familia humilde, quedó huérfano de madre poco después de nacer y fue adoptado por sus tíos, de quienes tomó el apellido Marsé. Creció en el barrio barcelonés de Guinardó, cuyas calles y paisajes marcaron profundamente su obra literaria.

Desde muy joven trabajó como aprendiz de joyero, mientras desarrollaba su pasión por la escritura. En 1958 publicó su primer relato en la revista Ínsula, y en 1960 ganó el

premio Sésamo con un relato corto. Su primera novela, Encerrados con un solo juguete (1961), reveló su talento narrativo. Sin embargo, fue con Últimas tardes con Teresa (1966), ganadora del Premio Biblioteca Breve, que alcanzó el reconocimiento definitivo. Esta obra retrata con maestría las tensiones de clase y las contradicciones de la sociedad española de la época.

Marsé perteneció a la llamada Generación del 50, que buscaba retratar las realidades de la posguerra con un lenguaje directo y personajes complejos. Sus novelas, como La oscura historia de la prima Montse (1970) o Si te dicen que caí (1973), abordaron temas como la memoria, la desigualdad y las heridas de la Guerra Civil Española.

En 2008 recibió el Premio Cervantes, el máximo galardón de las letras españolas, como reconocimiento a su carrera y su contribución a la literatura. Crítico mordaz, nunca dudó en expresar opiniones contundentes sobre la sociedad y la política.

Falleció el 18 de julio de 2020 en Barcelona, dejando un legado literario que continúa siendo referencia para quienes buscan comprender la España del siglo XX a través de una narrativa profundamente humana y emotiva.

 RESEÑA

En Rabos de lagartija (2000), Juan Marsé nos sumerge en una Barcelona de posguerra tan viva y contradictoria como los personajes que la pueblan. Con una prosa impecable y cargada de lirismo, Marsé despliega un mosaico narrativo en el que realidad y fantasía se entrelazan para dar forma a una historia marcada por el deseo de evasión y el peso de las circunstancias históricas.

La novela sigue a David, un niño que sirve como prisma para observar la Barcelona gris y opresiva de los años 50. Su mirada, al mismo tiempo ingenua y poética, actúa como un contrapeso a la crudeza del entorno. A través de su imaginación desbordante y sus reflexiones precoces, Marsé reflexiona sobre temas como la memoria, la identidad, la frustración de las clases populares y el poder del lenguaje como refugio frente a las miserias de la vida.

Marsé, fiel a su estilo, combina el retrato social con un lirismo que desarma. La figura

de la madre, Aurora, es central en la novela, representando el deseo de redención y la fragilidad frente al sistema patriarcal de la época. Por su parte, el padre, un excombatiente republicano, encarna la derrota y el desencanto. La trama está salpicada de momentos de humor, ternura y una melancolía que cala hondo.

Con Rabos de lagartija, Marsé alcanzó una cima en su carrera literaria, consagrándose como uno de los grandes narradores de la literatura española contemporánea. La obra obtuvo el Premio Nacional de Narrativa en 2001, reconocimiento merecido por su capacidad para transformar lo cotidiano en literatura de alto vuelo.

 Anécdotas sobre la publicación de la novela:

 El proceso creativo y el título: Marsé tardó varios años en escribir Rabos de lagartija, ya que estaba obsesionado con captar la voz de un niño sin perder la complejidad narrativa. El título, según el autor, alude a esas pequeñas cosas que persisten y se mueven aun cuando parecen muertas, como los rabos de lagartija cortados, una metáfora de la resistencia humana.

 La reacción crítica: Aunque Marsé ya era un autor consagrado, algunos críticos destacaron la audacia de su estructura narrativa, que mezcla realidad y ficción sin rupturas bruscas. Esto le valió tanto elogios como reservas iniciales por parte de lectores más acostumbrados a tramas lineales.

 Premio Nacional de Narrativa: En 2001, Marsé recibió este galardón, pero en un acto de humildad característico, afirmó que no escribe para obtener premios, sino para retratar "la Barcelona que llevo dentro". Este gesto consolidó aún más su reputación como un autor comprometido con la autenticidad.

 La adaptación fallida: Hubo intentos de adaptar la novela al cine, pero Marsé rechazó varios proyectos por considerar que no captarían la esencia poética de la obra. Esto demuestra la importancia que el autor daba al respeto por la visión original de sus historias.


 


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