lunes, 24 de julio de 2023

SESIÓN XVIII, POESÍA: Sylvia Plath. "Espejo"

Sylvia Plath

Escritora estadounidense, recordada más por su neurosis y matrimonio difícil, Sylvia Plath nació el 27 de octubre de 1932. Hija de Otto Plath, profesor universitario especialista en abejas, y de Aurelia Schober, también poeta, vio emerger su camino de escritora a la edad de 8 años, cuando publicó su primer poema en el Boston Herald de 1941.

De la vida de Sylvia Path, algunos detalles…

Smith College y Cambridge


Conocida como una “ganadora de becas”, Sylvia acudió a prestigiosas instituciones educativas: Smith College en Massachusetts, gracias a la colaboración económica de la conocida escritora norteamericana Olive Higgins Prouty. Sus tiempos en Smith College no fueron los mejores, pero entre su primer intento de suicidio y su paso por una institución psiquiátrica, volvió al instituto y finalizó sus estudios.

Y más tarde acudió, gracias a una beca Fulbright, a la tan aclamada Universidad de Cambridge, donde conoció a quien sería su esposo: Ted Hughes.

Esther y La campana de cristal

De las manos de Sylvia Plath nació Esther Greenwood. Heroína símbolo de la mujer moderna del siglo XX sumergida en un mundo donde el único escape era la, en aquel entonces diagnosticada, neurosis. Para algunos Esther (en algún momento Elly) era un autorretrato borroneado que la propia autora creó, ¿como desahogo? ¿Como denuncia al papel de la mujer sometida? ¿O como brote creativo donde su propia vida jugó tan solo el rol de musa inspiradora?


Lo cierto es que hoy en día su obra más conocida, además de sus poemas (recordemos a una Esther que por instantes quería ser poeta), es La campana de cristal. Obra de una escritora que a diferencia de su heroína más recordada, no pudo escapar de una locura que la consumió. Sylvia Plath murió el 11 de febrero de 1963, a los 31 años de edad. Tan solo un mes más tarde de la publicación de La campana de Cristal.

Suicidio, Hughes, depresión y un Pulitzer

Sylvia Plath es quizá más recordada por un suicidio temprano, una vida de depresión y un matrimonio confuso, de desamor y traición, que por una obra literaria de poesía y prosa que años más tarde de su muerte la hicieron merecedora de un Pulitzer.

Sylvia abrió una llave de gas y se dejó vencer. No era la primera vez que la depresión y la neurosis la llevaban por ese camino. Algunos dicen que todo comenzó con la muerte de su padre cuando tan solo tenía 8 años de edad, y terminó con la traición de su esposo y también poeta inglés, Ted Hughes.

“Debo apartar mi alma de ti; me estoy matando sin ella”.

No solo Esther Greenwood se dejó abatir por la depresión de su creadora. A menudo sus poemas también reflejan la inestabilidad emocional de una mujer a quien la realidad moderna y patriarcal de su época nunca terminó de convencer ni de conquistar.

Será la neurosis no reprimida o el talento creador de una escritora prodigio, pero lo cierto es que su Poesía completa ( The Collected Poems) le otorgó, 19 años después de su muerte, el Premio Pulitzer de Poesía de 1982.

Intelectual, desprendida y libre. Mujer amada, madre ejemplar y esposa leal.

“Primero debo conquistar mi escritura y experiencia, y solo después desearé conquistar el parto”. (El diario de Sylvia Plath, 1982)

La versión de Gwyneth Paltrow

Sentir curiosidad por la escritora de Ariel, La campana de cristal y otras tantas prosas y poemas que dejaron su nombre en lo más alto, puede llevar por el camino de la lectura de Los diarios de Sylvia Plath o de sus cartas publicadas por su madre en 1975 bajo el título Cartas a casa.

Pero para aquellos más cinéfilos, Gwyneth Paltrow vivió el papel de Plath en la película de BBC del año 2003, Sylvia, dirigida por Christine Jeffs.

Película que nació a pesar de que Fiedra Hughes, hija de la escritora y Ted, no estuviese a su favor:

"Piensan que debería darles las palabras de mi madre para llenar la boca de su monstruo su muñeca suicida Sylvia". (Fiedra Hughes)

Mientras Gwyneth Paltrow vivió a Plath, Daniel Craig interpretó a Ted Hughes en un film que narra la historia de la poeta desde que conoció a Hughes en Cambridge hasta su suicidio en 1963.

Pero si en verdad quieres conocer a Sylvia Plath, leer su obra no tiene ningún desperdicio.



POEMA

ESPEJO


«Soy plateado y exacto. No tengo prejuicios. Todo lo que que veo lo trago de inmediato tal como es, sin que me empañen ni el amor ni el disgusto. No soy cruel, soy sincero, el ojo de un pequeño dios de cuatro ángulos. La mayor parte del tiempo la paso meditando sobre la pared de enfrente. Es rosada, con manchas. Tanto la miré que me parece que ya forma parte de mi corazón. Aunque con intermitencias. Las caras y la oscuridad nos separan una y otra vez. Ahora soy un lago. Una mujer se inclina sobre mí, buscando en mi extensión su verdadero ser. Después se vuelve hacia esas mentirosas, las velas o la luna. Veo su espalda y la reflejo fielmente. Ella me recompensa con lágrimas y agitando las manos. Soy importante para ella. Ella viene y va. Es su cara, cada mañana, la que reemplaza la oscuridad. En mí, ella ahogó a una muchacha, y en mí, una vieja se alza hacia ella día tras día, como un pez terrible».

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