lunes, 20 de diciembre de 2021

CUARTA SESIÓN I

 LA CUARTA SESIÓN DEL CLUB DE LECTURA TUVO LUGAR EL 16 DE DICIEMBRE DE 2021.

Hay dos aspectos de la novela que saltan a la vista: la emigración y la mujer.




Emigración

Hay una frase de Castelao que dice “El gallego no protesta, emigra” y que no está en contexto peyorativo, sino que constata también una realidad, acaso ponga de manifiesto el carácter pacífico y, sin embargo, decidido del gallego por encontrar otras soluciones, otros sitios.

Esta historia de Virtudes parece la de una emigración permanente y que se inicia con la marcha del abuelo del autor, un zapatero remendón al que no le acompaña ni la capacidad de emprendiminiento ni la fortuna. Este personaje, que es el eje lateral de la historia, se mantiene oculto por decisión personal y su ausencia es una constante permanente que de un modo otro tendría que cerrarse.

La emigración, que es inapelable, salpica a Virtudes (Betty), la abuela del autor (Tony), y por transmisión hereditaria también a su hija.

Mujeres

La virtud de Virtudes fue siempre la valentía, elemento indispensable para cerrar la puerta de casa y marchar a otro lugar. La dureza de aquella emigración casi la lleva a la tumba cuando cae enferma casi de inanición y, esa virtud es también decisión de guardar el producto de su esfuerzo para la familia de su aldea.

También la madre del protagonista emigra a Londres, aprende inglés, hay emoción en aquel momento que un transeunte le pregunta por la dirección de una calle y comprueba que su interlocutor la ha entendido. De la dureza, del trabajo como casi única alternativa en sus vidas, retornan a Betanzos y empiezan a darse cuenta de la riqueza no crematística que se han traído de alli.

En el caso de Virtudes, mucho más aún, cuando compara la riqueza que como libertad había conseguido entonces a la gris, mediocre y empobrecida vivencia que tiene que sobrellevar cuando el desaparecido zapatero remendón vuelve después de 45 años de fantasmagorías y fracasos a su lado y acabar sus días junto a ella.

Para Xesús Fraga quedará sempre ese recordo tan especial das visitas á aldea da súa avoa:

“Ir á aldea de miña avoa é estar con ela, facer un columpio cunha corda, tomar leite acabado de muxir e pan saído do forno…”




CUARTA SESIÓN II

 Igualmente, en esta cuarta sesión del club de lectura, se leyó el poema “Testamento” de nuestro coordinador, Antonio Polo, del libro “A los cuatro vientos” Ed. Ariadna 2010. 

TESTAMENTO

Hoy a tantos de tantos, en plenas facultades mentales y gobernando sobre lo que se podría denominar mi propia vida, he decidido legar todos y cada uno de los bienes que constituyen –sin paliativos– la mayor fortuna a la medida de los hombres.

Por tanto, hoy a la tierra quemada, primera estación de todos los desiertos, dejo el eco de las alondras.

A la niña del Pulitzer 94, a quién doblegó la miseria, le dejo la desbocada lluvia del arroz y los pies de una gacela para huir del hambre y la sabana.

A los meninhos da rúa les dejo el estallido de mis riñones y una sonrisa.

A Francisco Montes, en usufructo permanente, le dejo la paz entre los círculos concéntricos de las carpas.

A los soldados y a los Poetas, cuyas espadas están manchadas de sangre y de hexámetros, la primera galerada del Libro de los Menesterosos.

A mis amigos les dejo un atardecer en Mantova mientras el sol se adentra en las aguas del lago.

Al vigía de la torre, la luz reveladora del mediodía y los caballos azules que anuncian precipitadamente las olas.

A mi padre, condestable de la Armada, que me dejó grabado en el iris el viento de una tarde en la bahía de Norfolk, un timón en el puente.

A los que cruzaron el mar en un cayuco creyendo que los paraisos empiezan justo al borde de la otra orilla, una casa de cristal en donde puedan vendarse los pies y la memoria.

A las musas de Aristóteles, que no lo abandonaron por soñar con una esclava del mercado de Estagira, le dejo el crujiente rollo del papiro.

A la guerra, el horizonte definido de los armisticios.

Al edecán de un añjibede Alejandría que se ahogó en mitad del sueño, le dejo el rumor del agua en un patio de Córdoba

A Mohamed VI, el inquietante sueño de los niños saharauis.

Y a mi mujer, con la que estoy permanentemente en deuda, le dejo diez minutos de todas las primaveras.

Para que así conste cuando llegue mi último día, dejo por adelantado estos bienes que constituyen –sin paliativos– la mayor fortuna a la medida de los hombres.

Hoy, a tantos de tantos.


VIRTUDES (E MISTERIOS)

 Título: “Virtudes (e misterios)” 

Ficha técnica de VIRTUDES (E MISTERIOS) 

Nº de páginas: 368 

Editorial: GALAXIA 

Idioma: GALLEGO 

Encuadernación: Tapa blanda 

ISBN: 9788491514480 

Año de edición: 2020 

Plaza de edición: VIGO 

Fecha de lanzamiento: 31/01/2020 

Autor: Xesús Fraga. (Londres, 1971). Redactor de La Voz de Galicia, se dedica  profesionalmente al periodismo desde 1996. Como escritor en lengua gallega ha  cultivado tanto el relato –A-Z– como la novela –Solimán– y la narración juvenil –Reo–.  Ha traducido al gallego y al castellano libros de Julian Barnes, Vladimir Nabokov, Jack  Kerouac, Anne Fine, Roald Dahl, Edith Nesbit, Sylvia Plath y Robert Macfarlane, entre  otros.  

Xesús Fraga escribe esta novela directamente en gallego, y él la traduce después al  castellano, por tanto “Virtudes (y misterios)” puede leerse en los dos idiomas ya que así  también ha sido editada. Nos obstante, prácticamente en su totalidad, hemos leído esta  obra en gallego, lo que para algunos, más aun para los de otras latitudes, haya sido más  lenta de lo habitual y, sin embargo, más enriquecedora. 

Aunque de lectura fácil el planteamiento del autor para llevar a término la misma se ha  demorado casi una decena de años, incluso, si a los datos se refiriese, éstos llevaban en su poder mucho más tiempo, y es que el oficio de escribir no es solo sentarse frente al  ordenador para ir devorando página trás página. 




domingo, 5 de diciembre de 2021

SUPERPODERES.

  

   Ayer, día 1 de diciembre, casi como cada año, se celebró la entrega de premios literarios Patricia Sánchez Cuevas. Esta décima edición ha estado salpicada de contratiempos cada cual más complejo, lo que ha supuesto una demora de un año sobre la fecha prevista. Sacarlo adelante ha significado un esfuerzo de “tradición heroica” como señalaba en su día Almudena Grandes, presidenta a la sazón de este límpido acontecimiento literario.

Sucedió en el Casino de Madrid durante un atardecer lluvioso, reunidos, seleccionados, podría decirse que a causa de las restricciones impuestas por el Covid, y la fiesta que debería haber tenido lugar se convirtió en realidad en homenaje. A la cita acudió como venía siendo habitual la familia Grandes casi al completo con la ausencia en esta ocasión de Almudena Grandes, que había fallecido tres días antes. Como llegado a un acuerdo tácito por todos los presentes el premio fue convirtiéndose a lo largo de la tarde en el sentido homenaje a una mujer extraordinaria, casi indestructible, que sin saber cómo ante su presencia uno iba sintiéndose protegido, y ella que lo sabía, no perdía ocasión en ser también la voz y las manos de los débiles, de los perdedores.

Había emoción entre los galardonados, como en el caso de Clara Escajedo, primer premio del apartado Nacional, cuando contrastaba la tristeza en el sentido homenaje por la escritora frente a la algarada escolar de los asistentes de la sala contigua a la presentación del libro de Mariano Rajoy, “Política para adultos”.

Su hermano Manuel recordó entonces el recorrido del premio a lo largo de estas diez ediciones, cómo se implicaba en los debates y las deliberaciones del jurado, como defendía la literatura y la honestidad frente al preciosismo, el compromiso frente a la vacuidad, y quiso, pero no pudo leer el poema (“La ausencia es una forma de invierno”) que su marido, el poeta Luís García Montero escribió para ella y que quien suscribe tuvo el honor de recitarlo esta noche.


Recordó también su hermano que esa autenticidad suya no era impostada sino que venía ya de lejos, y regaló en confidencia la anécdota sucedida en su infancia en la que él, insistente y zumbón le señalara que no la habían seleccionado para la función de Navidad, y que ella molesta por su infantil insistencia, pero con la misma determinación con la que se condujo después por la vida, le contestó: “A mí no me importa que no me hayan cogido para hacer de la Virgen María porque yo tengo superpoderes”.


Antonio Polo.

Madrid 2/12/2021



SEGUNDA Y TERCERA SESIÓN

 

Las reuniones tuvieron lugar el 18 de noviembre y el 2 de diciembre y la lectura comentada: 

“A Flor de piel” de Javier Moro:

El 30 de noviembre de 1803, una corbeta zarpa del puerto de La Coruña entre vítores y aplausos. En su interior viajan veintidós niños huérfanos cuya misión consiste en llevar la recién descubierta vacuna de la viruela a los territorios de Ultramar. Los acompaña Isabel Zendal, encargada de cuidarlos. Los héroes de esta descabellada expedición, dirigida por el médico Francisco Xavier Balmis y su ayudante Josep Salvany, sobrevivirán a temporales y naufragios, se enfrentarán a la oposición del clero, a la corrupción de los oficiales y a la codicia de quienes buscan lucrarse a costa de los desamparados.”

Los comentarios de los componentes del club de lectura fueron muchos y variados:

En cuanto al estilo literario,  estamos tod@s de acuerdo en que su lectura es fácil y fluida, aunque hay muchas páginas en el libro que no aportan nada.

Coincidimos en que hay una buena visión del momento histórico con un gran trabajo de investigación y documentación por parte del autor.

En cuanto a la visión del rural gallego que el libro nos muestra en su primera parte, en opinión de alguno de los miembros del club, no se corresponde con la realidad.

Relativo a los personajes,  destacamos la evolución de Isabel Zendal, que de ser una mujer sumisa pasa a ser una mujer independiente. “Tengo una vida que es mía” en un contexto en el que la mujer era considerada un ser frágil, irracional y subordinada al hombre. Ella tuvo un papel fundamental en la misión.

Destacamos también la importancia que va a tener en la trayectoria de Isabel, el hecho de que su madre la envie con el párroco a aprender a leer y escribir.

Balmis, un hombre que luchó por salvar al mundo de la viruela no supo salvarse a si mismo y terminó solo y desdichado.

Con respecto a Salvany, a pesar de ser un hombre enfermizo, destacamos su importantísimo papel en esta misión y su gran humanidad y sensibilidad.

También comentamos que los niños recibieron un trato de indiferencia, sólo se profundiza un poco en la trayectoria de algunos de ellos. Consideramos que fue un drama infantil.

La próxima reunión tendrá lugar el jueves 16 de diciembre para comentar el libro “Virtudes (e misterios)”.