martes, 18 de enero de 2022

QUINTA SESIÓN I: "El lector de Julio Verne" Almudena Grandes.

Una historia en la que Almudena Grandes  nos presenta una realidad de posguerra descrita a través de los ojos de un niño que está en contacto con dos entornos: el cuartel donde se desarrolla su vida familiar. El otro entorno que le proporciona su amigo "Pepe, el portugués" y el cortijo de las Rubias.
En este contexto tendrá muchas vivencias que le van a ayudar a convertirse en el hombre que quiere ser.
El hecho de poner como narrador a un niño te hace sentir parte de él, de sus miedos, de sus alegrías, te convierten en parte de la historia que encierra ternura, pero también situaciones de gran dureza en muchas ocasiones.
El título "El lector de Julio Verne" se debe a la gran afición que el protagonista "Nino" tiene por la lectura sobre todo de libros de Julio Verne y que le servirán de evasión para sobrellevar la calamitosa situación de vivir en la casa cuartel.
Comentamos también que ni los malos eran tan malos, ni los buenos tan buenos. 
Coincidimos en considerar un exceso de familias, personajes y motes que a veces confunden.
En lo que respecta a su escritura pocos autores contemporáneos son capaces de expresar con tanta soltura, claridad y valentia como lo ha hecho Almudean Grandes en sus obras.
Por éso en estos tiempos en los que la polémica y el descrédito se manifiesta hasta por el aire que respiramos, lo que queda sin lugar a dudas es la calidad literaria de A. Grandes.



"Recordé ahora, en esta relectura, unas páginas que entonces también me
parecieron que venían a resumir esta “crónica del terror y la inocencia” como
nos escribió a Cristina y a mí en la dedicatoria de su libro. ...”Así eran las cosas
en mi pueblo (escribe en la página 105), donde te podían matar por la espalda
cualquier noche por haber dado de comer a tu hijo..” y así hasta el parágrafo que termina en la página 106 y acaba en la frase "Todos menos Sanchís"
De alguna manera me parece que esas páginas son la justificación de esta
novela alrededor de la cual hay un manojo de personajes que no solo existieron
en la mente de la autora sino que fueron en realidad la materia viva de semejante catástrofe.
He releido varias veces las páginas en las que describe el carácter y la situación
de Catalina (página 169 a 171). Almudena no hablaba, como hacen muchos
escritores, de su proceso de creación pero en alguna ocasión había comentado
que la pluma parecía apoderarse de ella, que salía todo de un tirón y que esas
páginas podían soportar después sin inmutarse el proceso de corrección. Y yo
creo que unas de dichas páginas son estas tres que señalo. Hay que meterse en
el alma de una persona que sufre como lo ha hecho la propia Catalina para
poder describir con tanta pasión y realismo como lo hace ella, dando sentido a
la frase del personaje cuando afirma: “A mí, la vida me ha pegado mucho”.

1 comentario:

  1. Almudena es/era una excelente narradora.
    Siempre sus personajes femeninos tienen una gran importancia.
    A lo mejor un poco barroca, pero sobre todo una dominadora del lenguaje.

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