viernes, 9 de febrero de 2024

SESIÓN VIII (23/24): "El Gatopardo" Giuseppe Tomasi di Lampedusa

 


Ficha Técnica

Nº de páginas:  384

Editorial: Edfhasa

Colección: Contemporánea

Idioma: Castellano

Encuadernación: Tapa dura

ISBN:  9788435010382  

Traductor: Ricardo Pochtar

Año de edición: 2002

Giuseppe Tomasi di Lampedusa 


(Palermo, 23 de diciembre de 18961– Roma, 23 de julio de 1957) fue un escritor italiano, autor de una única novela, El gatopardo, ambientada en la Unificación italiana. El gatopardismo, o el adjetivo lampedusiano, ha pasado a definir el cinismo con el que los partidarios del Antiguo Régimen se amoldaron al triunfo inevitable de la revolución, usándolo en su propio beneficio; posición acuñada en una frase lapidaria: Que todo cambie para que todo siga igual.

 Biografía

Giuseppe Tomasi, príncipe de Lampedusa y duque de Palma di Montechiaro, nació en Palermo, hijo del príncipe Giulio Maria Tomasi di Lampedusa, y de la princesa Beatrice Mastrogiovanni Tasca di Cutò. Su título proviene de la isla de Lampedusa, el territorio italiano más meridional.

 Se convirtió en hijo único tras la muerte de su hermana de corta edad, Stefania, a causa de la difteria y se mantuvo muy ligado a su madre, mujer de fuerte personalidad y que tuvo una gran influencia sobre él. Su relación fue muy distinta con su padre, hombre de carácter frío y desapegado. Su infancia transcurrió en los palacios paternos de Palermo y de Santa Margherita di Belice «por cuyas estancias fue aprendiendo el camino de la soledad y la compañía de los libros». De niño estudió en el domicilio familiar de Palermo donde fue educado por una maestra, por su madre, que le enseñó francés, y por su abuela, que le leía las novelas de Emilio Salgari. En el pequeño teatro de la casa de Santa Margherita di Belice, donde pasaba largas vacaciones, asistió por primera vez a una representación de Hamlet a cargo de una compañía de cómicos errantes.

 Desde 1911 Tomasi acudió al instituto de secundaria en Roma, y posteriormente en Palermo, en los que cursó estudios de letras. En 1915 se matriculó en Roma en la Facultad de Derecho, si bien ese mismo año fue llamado por el ejército, participó en la derrota de Caporetto y fue hecho prisionero por los austriacos. Recluido en un campo de concentración húngaro, consiguió fugarse y volvió a pie a Italia. Abandonó el ejército con el grado de teniente y volvió a la casa de Sicilia, alternando el descanso con algunos viajes, siempre en compañía de su madre, que no lo abandonaba nunca, y estudiando literaturas extranjeras.

 Durante una temporada en Londres, conoció a la más tarde célebre psicoanalista de origen letón Alexandra Wolff Stomersee (Niza, 1895 – Palermo, 1982) con quien contrajo matrimonio en Riga en 1932. Alexandra, conocida familiarmente como Licy, era de familia noble y se crio en San Petersburgo, donde su padre era un alto funcionario en la corte del zar Nicolás II.

 Fueron a vivir con la madre de Giuseppe a Palermo, si bien muy pronto la incompatibilidad de caracteres entre las dos mujeres hizo a Licy regresar a las propiedades familiares en Letonia, desde donde, tras la victoria soviética y confiscados sus bienes, se trasladaría a Roma. En 1934 falleció Giulio Tomasi, tras lo que Giuseppe heredó el título. En 1940 fue de nuevo llamado a las armas, si bien fue rápidamente licenciado por hallarse a cargo de la hacienda agrícola que había heredado. Se refugió entonces con su madre en Capo d'Orlando, donde acudió también Licy huyendo de los peligros de la guerra. Tras la muerte de su madre en 1946, Giuseppe volvió a residir en Palermo con su esposa. En 1953 comenzó a frecuentar un grupo de jóvenes intelectuales al que pertenecía el joven Gioacchino Lanza, con el que entablará una excelente relación que le llevaría a adoptarlo algunos años después.

Lampedusa se alojó con frecuencia en casa de su primo, el poeta Lucio Piccolo de Capo d'Orlando, con el que acudió en 1954 a San Pellegrino Terme, para asistir a un premio literario en el que conoció entre otros a Eugenio Montale y a Maria Bellonci. Se dice que fue a la vuelta de ese viaje cuando comenzó a escribir El gatopardo, que finalizaría dos años después. Al principio la novela no fue tenida en consideración por las editoriales (Einaudi y Mondadori) a las que fue presentada a través de su primo Lucio Piccolo, y estos rechazos, conocidos pocos días antes de su muerte, causaron amargura en Lampedusa. En mayo de 1957 le es diagnosticado un tumor pulmonar. Su novela no fue publicada hasta un año después de su muerte, cuando Elena Croce (hija de Benedetto Croce) la envió a Giorgio Bassani, que la hizo publicar en la editorial Feltrinelli. El año siguiente, 1959, la novela obtuvo el Premio Strega, el más importante de narrativa en Italia. En 1960 llevaba ya más de cincuenta ediciones y era el primer superventas italiano.

Por otra parte, de Giuseppe Tomasi di Lampedusa se conservó también un conjunto de relatos, bajo el título general I racconti. El principal de los cuatro que el volumen reúne, titulado "La sirena" (pero conocido también como "Lighea" o "El profesor y la sirena"), fue escrito en el invierno de 1956-1957, meses antes de morir; en él su narrativa es extraordinaria, mezclando con gran habilidad, en un cuento dentro de otro cuento, realidad, ficción, mito y cultura.

Falleció mientras dormía en Roma, donde estaba recibiendo tratamiento. Se celebró por él un réquiem y su cuerpo fue depositado en una sencilla tumba de mármol rodeada por una verja de hierro, en el Cementerio de los Capuchinos de Palermo, donde casualmente había hecho reposar también a su "Príncipe Fabrizio di Salina" de El gatopardo y sería inhumada su esposa Alessandra, un cuarto de siglo después.

RESEÑA

 ¿Cómo fue posible?

Esta es la pregunta que se hace Mario Vargas Llosa a lo largo del prólogo de la única novela del escritor siciliano Giuseppe Tomasi de Lampedusa, el Gatopardo.

 

La obra está ambientada en el convulso periodo histórico de la Unificación Italiana. El principal protagonista es Fabrizio Corbera, gran terrateniente e imponente príncipe de Salina que contempla el desmoronamiento de la clase aristocrática a la que pertenece; perezosa, abúlica e inmovilista, destinada inevitablemente a desaparecer y a ser sustituida por una burguesía inculta, codiciosa y vulgar. Consciente de este cambio anima a su sobrino a que se case con la hija del alcalde del pueblo de Donnafugata, quien es el paradigma de esa nueva clase. Es el momento en que la aristocracia siciliana, rica en tierras pero escasa de dinero, concierta matrimonios de conveniencia con el nuevo poder, el de los comerciantes de coloniales, de vinos, de cítricos etc. El sobrino que está arruinado ve la oportunidad de progresar económica y políticamente y se adapta rápidamente a las circunstancias. Es precisamente él, en una de las conversaciones con su tío el que pronuncia la célebre frase “si queremos que todo siga igual, es necesario que todo cambie.”

 Lampedusa consigue reflejar toda una época de cambios tanto familiares como sociales mediante las profundas reflexiones de ese orgulloso y a la vez atractivo príncipe, fiel reflejo de su propio bisabuelo. Es prodigiosa su capacidad para describir ambientes: decoración y mobiliario de los palacios, los olores de los jardines y del campo, las copiosas comidas sobre elegantes manteles, el vestuario o la belleza de las mujeres pero sobre todo las especiales características de su tierra, la tan criticada pero tan amada Sicilia, su aislamiento, sus gentes, sus olor, su terrible clima, su paisaje y su maravillosa luz.

 Según los que lo conocieron fue un hombre taciturno y solitario con una vasta cultura, que en su juventud vivió en diferentes países y que viajó por muchos más, pero que los últimos treinta años de su vida los pasó leyendo y meditando en su casa y en los cafés de Palermo, donde de repente, pocos meses antes de morir escribe una obra maestra.

 ¿Cómo fue posible?

Volviendo al prólogo de Vargas Llosa, dice que esta obra nos enfrenta al misterio de la genialidad artística. Él le da muchas vueltas, pero en mi opinión, ese misterio se reduce a tener o no tener capacidad creativa.

No sé si habrá muchos casos en que un autor haya escrito solamente una obra como es el caso de Lampedusa y que haya conseguido convertirla en un best-seller, pero alguno sí que hay, es el caso de Margaret Mitchell, autora de “Lo que el viento se llevó” y que como él con solo una obra logró pasar a la posteridad narrando el episodio de “La Guerra de Secesión Americana” y el fin de la esclavitud. Los dos tienen en común el haber podido reconstruir, partiendo de personajes de ficción, un periodo histórico real. Ambos se recrean en los detalles y consiguen unas novelas tremendamente descriptivas. Uno y otro recurren a las fuentes familiares para documentarse. En el caso de Lampedusa de los archivos de su antiquísima y aristocrática familia y en el caso de Mitchell de los que le proporcionó su padre que era el Presidente de la Sociedad De Historia de Atlanta. Los dos murieron jóvenes y nunca podremos saber si continuarían escribiendo, instalados en sus vidas rutinarias De Palermo y Atlanta.

 ¿Cuál fue el motivo que les impulsó a escribir? ¿Cómo fue posible? Seguirá siendo un misterio.

 Cavilando sobre el tema recordé una de las rimas de Becquer que pueda dar la explicación.

 Del salón en el ángulo obscuro, de su dueño tal vez olvidada,

Silenciosa y cubierta de polvo, veíase un arpa.

¡Cuánta nota! dormía en sus cuerdas,

Como el pájaro duerme en las ramas,

Esperando la mano de nieve que sepa arrancarlas.

Ay, pensé, cuantas veces el genio así duerme en el fondo del alma,

Esperando que una voz como a Lázaro diga, levántate y anda.

 

 

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