lunes, 7 de julio de 2025

SESIÓN XII (24/25): "Los girasoles ciegos" Alberto Méndez




Ficha Técnica

Nº de páginas:  160

Tiempo de lectura: 03h: 44m

Editorial: Literatura Editorial Anagrama

Idioma: Castellano

Encuadernación: Tapa blanda

ISBN: 9788433968555

Lugar: Barcelona

Año de edición: 2004


BIOGRAFÍA

Alberto Méndez (1941–2004). Alberto Méndez fue un escritor madrileño que no publicó ninguna obra de ficción en vida. Durante décadas se dedicó al mundo editorial, trabajando como corrector, editor y lector para varias editoriales españolas. También fue cofundador de la editorial Ciencia Nueva, muy activa durante los años 60. Su carrera estuvo siempre cerca de la literatura, pero no en primera línea. Escribía, sí, pero guardaba sus textos para sí mismo, puliéndolos durante años. Cuando por fin se animó a mostrar algunos de sus relatos a círculos íntimos, ya estaba gravemente enfermo. La enfermedad (cáncer) se lo llevó antes de ver publicada su primera y única obra narrativa.

El manuscrito y la publicación. Los cuatro relatos que componen Los girasoles ciegos fueron escritos en un periodo prolongado, pero concebidos desde el principio como un conjunto unitario, una suerte de "tetralogía de la derrota", como a veces se ha dicho. En vida, Méndez apenas compartió estos textos, pero poco antes de morir, entregó el manuscrito a la editorial Anagrama. Fue Jorge Herralde, su editor, quien reconoció inmediatamente el valor de la obra y decidió publicarla. El libro salió en 2004, pocos meses después del fallecimiento de Méndez, sin posibilidad de que él participara en la promoción ni en las entrevistas. La crítica lo recibió con entusiasmo, reconociendo la aparición de una voz poderosa, aunque silenciosa durante décadas.
Reconocimientos póstumos. Pese a su modestia editorial inicial, el libro fue rápidamente aclamado como una obra maestra y recibió los siguientes premios:

Premio Setenil al mejor libro de relatos publicado en España (2004)

Premio Nacional de Narrativa (2005) . Este galardón lo convierte en uno de los pocos autores que han ganado el premio nacional por una única obra publicada.

Premio de la Crítica (2005). Estos reconocimientos fueron excepcionales para un autor debutante, y más aún para uno que ya no estaba para recogerlos.

Adaptación cinematográfica. En 2008, Los girasoles ciegos fue adaptado al cine por José Luis Cuerda, con guion de Rafael Azcona, en lo que fue también la última película escrita por este legendario guionista.
La película se centra principalmente en el cuarto relato (el que da título al libro), y fue seleccionada por España como candidata al Óscar a la mejor película extranjera.

Muchos críticos lo comparan con autores como Primo Levi, Stefan Zweig o Antonio Tabucchi, por su capacidad para narrar el horror sin alardes, desde la dignidad y el silencio. Su caso recuerda también a otros grandes "debutantes póstumos" como John Kennedy Toole (La conjura de los necios) o Marina Tsvietáieva, cuyos legados fueron conocidos sólo tras su muerte.

RESEÑA

Introducción

Última sesión del Club de Lectura Sénior en el Ateneo Ferrolano

La mañana se desperezaba con una luz suave sobre Ferrol, y ya a las once y media —hora oficial del encuentro— varias lectoras madrugadoras tejían silencios y palabras en el Ambigú del Ateneo, ese rincón que huele a café recién hecho y a páginas vividas. Era una espera sosegada, casi ritual, como quien prepara el alma antes de abrir un libro. La tertulia se adivinaba en los ojos, aún antes de pronunciarse en voz alta.

Sonia, guardiana amable del Ateneo, nos ofreció un recorrido por las entrañas del edificio, donde el tiempo parece haberse quedado a vivir entre las vigas de madera y las líneas limpias del hormigón visto. Cuatro plantas de historia, arte y pensamiento, suspendidas entre la elegancia de lo antiguo y la valentía de lo nuevo. Allí, el arquitecto no solo construyó espacios, sino memorias futuras.

Tras un largo y dicharachero descanso —de esos que sólo pueden darse entre amigos que comparten libros y afectos— subimos a la tercera planta. Fue allí donde se celebró la última sesión del Club de Lectura, con esa mezcla de alegría y despedida que traen los finales que también son promesas.

Entre lecturas, evocaciones y risas contenidas, hubo tiempo para los agradecimientos: a Encarna Fernández, por su incansable y delicado cuidado del blog del Club, y también a quien suscribe estas líneas, con gratitud que guardo como se guarda una carta manuscrita entre las páginas de una novela querida. El reloj avanzó sin prisa, cómplice de la charla, y cuando el hambre ya se dejaba oír entre párrafos y anécdotas, nos fuimos a comer. No sin antes haber saboreado, una vez más, ese manjar lento que es la lectura compartida.

 Reseña

Los cuatro relatos que componen el libro Los girasoles ciegos de Alberto Méndez, una obra esencial de la narrativa española contemporánea sobre la posguerra civil. Cada relato puede leerse de forma independiente, pero todos forman parte de un conjunto temático profundamente humano, político y literario:

1. "Primera derrota (1939): Si el corazón pensara dejaría de latir"
Este relato abre el libro con la historia de un capitán del ejército franquista que, el mismo día de la victoria nacional, decide desertar. El relato no es una simple historia de traición al bando vencedor, sino una reflexión estremecedora sobre la conciencia, la culpa y la imposibilidad de seguir un camino injusto aunque ya esté ganado. Con un lenguaje contenido y una estructura casi confesional, Méndez retrata a un hombre derrotado moralmente que busca redención en medio del vacío. El conflicto entre obediencia y verdad se convierte aquí en un dilema existencial. Es un inicio que establece el tono trágico y ético del libro.

2. "Segunda derrota (1940): Manuscrito encontrado en el olvido"
Uno de los relatos más líricos y conmovedores del libro. Aquí seguimos a un joven poeta republicano que huye a las montañas con su amada embarazada. Ella muere durante el parto, y él escribe un manuscrito que es encontrado junto al cadáver del recién nacido. Este relato es una elegía, un lamento amoroso y político, que recuerda al romanticismo trágico y a las novelas de resistencia interior. A través de este manuscrito –que constituye el relato en sí–, Méndez une la poesía, la muerte y el hambre como tres formas del mismo desastre humano. La soledad del protagonista resuena con fuerza en cada línea.

3. "Tercera derrota (1941): El idioma de los muertos". Este relato presenta a un preso republicano que sobrevive en la cárcel gracias a un sistema de engaño: finge conocer al hijo de un comandante franquista para que lo mantenga con vida. La tensión moral crece a medida que el protagonista se va quedando solo, a costa de mentir. Méndez juega aquí con la mentira como estrategia de supervivencia, mostrando la degradación y la manipulación de la identidad como precios inevitables en un régimen opresivo. Es un relato oscuro, donde la traición ya no se mide entre bandos, sino entre lo que uno está dispuesto a soportar para seguir vivo.

4. "Cuarta derrota (1942 o 1943): Los girasoles ciegos". El relato que da título al libro, y el más conocido, gracias en parte a su adaptación cinematográfica. Un profesor republicano se esconde en su propia casa mientras su familia finge que ha muerto. La tensión aumenta cuando un diácono enamorado de la esposa empieza a sospechar y a hostigarla. Aquí la derrota es total: íntima, psicológica, claustrofóbica. La figura del sacerdote, mezcla de represión sexual y autoridad ideológica, encarna a la perfección la hipocresía moral del franquismo. El relato trata el deseo, la locura, el fanatismo y el miedo con maestría. Los girasoles ciegos del título se convierten en metáfora de quienes, privados de sol –de libertad, de verdad–, siguen girando hacia donde no hay luz.


Los girasoles ciegos es un libro sobre las muchas formas de la derrota: la moral, la amorosa, la política, la íntima. Alberto Méndez logra en apenas cuatro relatos condensar el clima asfixiante de la posguerra, el sufrimiento de los vencidos, y la dignidad que algunos preservan incluso en la humillación. Con una prosa sobria y conmovedora, el autor convierte cada historia en una meditación sobre la ética del recuerdo.



viernes, 23 de mayo de 2025

SESIÓN XI (24/25): "El amor en los tiempos del cólera" Gabriel García Márquez.


Ficha Técnica

Nº de páginas:  512

Tiempo de lectura: 12h: 15m

Editorial: Literatura Randon House

Idioma: Castellano

Encuadernación: Tapa blanda

ISBN: 9788439703853

Lugar: Barcelona

Año de edición: 2002


BIOGRAFÍA

Gabriel García Márquez, el Gabo, nació un 6 de marzo de 1927 en Aracataca, Colombia, un pueblo que sería luego Macondo, el universo mágico de Cien años de soledad. Fue criado por sus abuelos: su abuelo Nicolás, coronel que hablaba con fantasmas, y su abuela Tranquilina, que creía en premoniciones y milagros. Ambos le enseñaron que la realidad podía ser fantástica. A los 8 años leyó La metamorfosis y supo que quería ser escritor: entendió que se podía contar lo inverosímil con la naturalidad de un parte meteorológico.

Fue periodista, vivió en París, Bogotá, Roma y México, y alguna vez escribió en un café rodeado de papeles y humo. Cuando empezó Cien años de soledad hipotecó su coche, vendió la nevera y mandó por correo el manuscrito dividido en dos: no tenía dinero para enviarlo completo. El editor lo leyó en una noche.

Amigo de Fidel Castro, enemigo de las visas estadounidenses, una vez fue interceptado por la CIA por enviar una máquina de escribir a un preso político. En 1982 ganó el Nobel y el jurado dijo que había mezclado “la fantasía con la política”. Nunca usó ordenador, prefería hacerlo en una máquina de escribir eléctrica IBM.

Creía que la memoria es una forma de ficción. Murió en 2014, pero Macondo sigue vivo, girando en su eterno torbellino de mariposas amarillas.

RESEÑA

 "El amor en los tiempos del cólera": una sinfonía de la espera y la eternidad

Gabriel García Márquez, tras haber fundado un universo propio con Cien años de soledad, regresa con El amor en los tiempos del cólera a la dimensión más humana del realismo: el amor no como arrebato juvenil, sino como una promesa paciente que atraviesa el tiempo, el deterioro y las convenciones sociales. Publicada en 1985, esta novela es un canto al amor maduro, a la perseverancia de lo inverosímil, a la fe en lo que ya parecía perdido.

Florentino Ariza y Fermina Daza encarnan una pareja fuera del canon romántico. Él, un joven poeta tímido y soñador, se enamora de ella con una devoción casi religiosa, alimentada por cartas, silencios y esperas. Fermina, más pragmática y
marcada por su entorno burgués, elige casarse con el médico Juvenal Urbino, símbolo del progreso, la higiene y la racionalidad. Pero Florentino, tras el rechazo, promete esperar —no días ni años, sino toda una vida— hasta que llegue su momento. Y ese momento llega más de medio siglo después, cuando los cuerpos envejecen pero las pasiones resisten.

La maestría de García Márquez se manifiesta no solo en la urdimbre temporal de la novela, que se despliega entre finales del siglo XIX y principios del XX en una ciudad caribeña no nombrada pero fácilmente identificable, sino en su capacidad para construir atmósferas saturadas de sensualidad, decadencia, ironía y ternura. La prosa es exuberante, a menudo barroca, pero nunca gratuita; cada frase parece cincelada con la paciencia de Florentino, cada escena destila un tiempo que se disuelve como el perfume en una carta olvidada.

García Márquez esperó 17 años con la primera página escrita de “Cien años de soledad. Tenía decidido comenzar con aquello de “Muchos años después el coronel Aureliano Buendía habría de recordar la remota tarde en la que su padre lo llevó a conocer el hielo” porque con ella coloca al lector en el centro de la historia, solo hay otro comienzo de novela tan fulgurante e inigualable como el del Quijote, que ya en la primera frase introduce al lector forma irrevocable en el epicentro de la historia. De igual manera, a la prosa exuberante García Márquez sigue demostrando que la magia lo sigue acompañando mientras crea una genealogía de mujeres sorprendentes e inverosímiles, de nombres tan reales o únicas como: Sara Noriega, Tránsito Ariza, Leona Casiani, Gyala Plascidia, Franca de la Luz, Lucrecia del Real, América Vicuña, Hildebranza Sánchez, Ofelia Urbino o Ausencia Santander.  Solo por el hecho de llamarse Ausencia Santander se tiene el derecho a protagonizar una novela de amores ardientes o desdichas inevitables.

El cólera —en su doble acepción como epidemia literal y como enfermedad pasional— atraviesa la novela como metáfora persistente. En tiempos de mortandad, inestabilidad política y modernización, García Márquez plantea que el verdadero escándalo es un amor que se rehúsa a morir. Y lo hace sin idealizar, mostrando los excesos, las contradicciones y las sombras del deseo.

Quizás lo más audaz de la novela es su desenlace: dos ancianos navegando por un río clausurado, con una bandera amarilla de cuarentena como emblema de su exclusión del mundo. Allí, donde todo debería apagarse, el amor vuelve a encenderse, no con el fuego de la juventud, sino con la llama sabia de quienes han aprendido que el tiempo es también un personaje del amor.

En El amor en los tiempos del cólera, García Márquez no solo cuenta una historia: hace del amor una estética, una forma de resistencia contra la muerte y el olvido. Una novela que, como sus protagonistas, envejece con dignidad y crece con los años en el corazón de sus lectores.


martes, 6 de mayo de 2025

SESIÓN X (24/25): "Matar a un ruiseñor" Harper Lee


Ficha Técnica

Nº de páginas:  352

Tiempo de lectura: 8h 23m

Editorial: Planeta

Idioma: Castellano

Encuadernación: Tapa blanda

Traducción: Harlequín Iberia

ISBN: 9788468767024

Lugar: Madrid

Año de edición: 2015


BIOGRAFÍA

Nombre completo: Nelle Harper Lee

Fecha de nacimiento: 28 de abril de 1926

Lugar de nacimiento: Monroeville, Alabama, Estados Unidos

Lugar de fallecimiento: Monroeville, Alabama, Estados Unidos


Educación:

·      Huntington College (1944–1945)

·      Universidad de Alabama (1945–1949) – Derecho

·      Universidad de Oxford (programa de verano)

Obras publicadas:

1.    To Kill a Mockingbird (Matar a un ruiseñor) – 1960

·      Género: Novela de formación, drama social

·      Editorial original: J. B. Lippincott & Co.

·      Premios: Premio Pulitzer de Ficción (1961)

·      Traducciones: Más de 40 idiomas

2.    Go Set a Watchman (Ve y pon un centinela) – 2015

·      Escrita en los años 50, publicada póstumamente

·      Considerada una versión temprana de To Kill a Mockingbird

·      Editorial: HarperCollins

Premios y distinciones:

·      Premio Pulitzer (1961)

·      Medalla Presidencial de la Libertad (2007)

·      National Medal of Arts (2010)

·      Doctorados honoris causa por varias universidades (incluyendo Notre Dame y Alabama)

Temas recurrentes en su obra:

·      Racismo en el sur de Estados Unidos

·      Justicia e injusticia social

·      Infancia y madurez moral

·      Relaciones familiares y comunidad

Adaptaciones cinematográficas destacadas:

·      To Kill a Mockingbird (1962), dirigida por Robert Mulligan y protagonizada por Gregory Peck (ganador del Oscar)

Archivo y legado literario:

·      Los manuscritos y correspondencia de Harper Lee se conservan parcialmente en la Universidad de Alabama y otras instituciones

·      Figura central en el canon literario estadounidense del siglo XX

Harper Lee, nacida como Nelle Harper Lee el 28 de abril de 1926 en Monroeville, Alabama, fue una destacada novelista estadounidense, célebre por su influyente obra To Kill a Mockingbird (1960), traducida al español como Matar a un ruiseñor. Hija de Amasa Coleman Lee, abogado y legislador estatal, y Frances Finch, Lee creció en un entorno profundamente marcado por las tensiones raciales del sur estadounidense, experiencia que inspiró gran parte de su obra.

Estudió en el Huntington College, la Universidad de Alabama y brevemente en la Universidad de Oxford. En Nueva York, trabajó como agente de viajes mientras escribía en su tiempo libre. Gracias al apoyo económico de unos amigos, pudo dedicarse por completo a la escritura y concluyó su primera novela.

Publicada en 1960, Matar a un ruiseñor fue un éxito inmediato y recibió el Premio Pulitzer en 1961. Ambientada en un pueblo ficticio de Alabama durante la Gran Depresión, la novela aborda temas de justicia, racismo e inocencia a través de los ojos de una niña, Scout Finch. El personaje de Atticus Finch, inspirado en el padre de Lee, se convirtió en un símbolo moral de integridad y defensa de los derechos humanos.

Aunque aclamada por la crítica y el público, Lee mantuvo una vida privada muy reservada. No publicó otra novela durante más de cinco décadas. En 2015 apareció Go Set a Watchman, escrita antes de Mockingbird, pero considerada por muchos una obra distinta y más cruda.

Harper Lee fue galardonada con la Medalla Presidencial de la Libertad en 2007. Falleció el 19 de febrero de 2016 en su ciudad natal. Su legado literario sigue siendo un pilar de la literatura estadounidense del siglo XX.

 RESEÑA

 "Matar a un ruiseñor": La inocencia como resistencia moral

Una lectura crítica al modo de Harold Bloom.

Por mucho que nos empeñemos en subestimar el canon literario, hay obras que se resisten al olvido porque poseen esa rara cualidad que Harold Bloom denominaba “la fuerza de lo memorable”. La novela "Matar a un ruiseñor" (To Kill a Mockingbird, 1960), de Harper Lee, es una de esas piezas que perduran no sólo por su tema —la injusticia racial en el sur profundo de Estados Unidos— sino porque en ella late una forma pura de sabiduría emocional y ética, anclada en el corazón de la literatura americana.

1. La tradición del bildungsroman y la voz de Scout.

 La frase "la gran tradición del bildungsroman" hace referencia a un género literario muy importante en la historia de la novela: el bildungsroman, o novela de formación. Es un término alemán que se traduce literalmente como “novela de desarrollo” o “novela de educación”, y se refiere a aquellas obras que narran el crecimiento personal, moral e intelectual de un personaje desde su infancia o juventud hasta su madurez.

Cuando en la reseña se dice que Harper Lee inscribe su novela dentro de la gran tradición del bildungsroman, se quiere decir que Matar a un ruiseñor forma parte de esa prestigiosa estirpe de novelas (como David Copperfield de Dickens o Las desventuras del joven Werther de Goethe) que exploran cómo un joven —en este caso, la niña Scout— se va enfrentando al mundo, aprendiendo de sus experiencias y descubriendo su identidad en medio de un entorno complejo.

En esta tradición, el proceso de crecimiento no es solo físico o cronológico, sino que implica una transformación interior del protagonista, marcada por el contacto con el dolor, la injusticia, el amor, la pérdida o la verdad. En el caso de Scout Finch, ese crecimiento se da a través del choque con el racismo, la violencia social y los valores de su padre, Atticus Finch, que funcionan como guía ética.


En resumen, la frase significa que Harper Lee, con su novela, dialoga con un género clásico de la literatura universal, pero lo hace de forma singular, desde la mirada de una niña en el sur de EE.UU., aportando frescura, sensibilidad y una nueva perspectiva a ese tipo de narrativa formativa.

 

Harper Lee inscribe su novela dentro de la gran tradición del bildungsroman, pero lo hace con una novedad tonal que la distingue: el punto de vista de Scout Finch, una niña cuya percepción mezcla la agudeza infantil con la maduración progresiva de quien va siendo arrojada, sin quererlo, al mundo de los adultos. La elección de Scout como narradora no sólo es técnicamente eficaz, sino profundamente simbólica: es desde la inocencia que la autora interpela los códigos morales del mundo, algo que Bloom hubiera considerado una instancia del “alma canónica”: la capacidad de una voz narrativa de convocar el juicio del lector a través de su autenticidad expresiva.


2. Atticus Finch y la ética del héroe civil.

Si existe en la literatura americana una figura que encarne la integridad moral sin caer en la caricatura del redentor, ese es Atticus Finch. Más allá de su rol como abogado defensor del afroamericano Tom Robinson, lo que Harper Lee articula en él es un modelo de virtud cívica casi clásica. Atticus no es el héroe romántico que desafía al mundo por pasiones personales, sino el ciudadano estoico que asume el deber porque no puede —ni quiere— actuar de otro modo. En palabras que Bloom podría haber escrito: es un personaje “ineludible” cuya presencia redefine el marco ético del texto. La frase “no se entiende a una persona hasta que no se ve el mundo desde su punto de vista” no es solo el centro moral de la novela: es una propuesta de lectura del Otro, radicalmente contracultural en el contexto segregacionista del sur de Alabama.


3. La alegoría del ruiseñor.

La metáfora que da título a la obra —“matar a un ruiseñor es un pecado”— encierra una profundidad simbólica que remite, por un lado, al imaginario cristiano (el ruiseñor como símbolo de pureza y sacrificio) y, por otro, a una tradición literaria que va de Shakespeare a Emily Dickinson, pasando por los cantos oscuros de Poe. En la visión de Bloom, quien insistía en la importancia de la metáfora como acto cognitivo, el ruiseñor se convierte en un nodo poético: lo que se mata no es solo la inocencia, sino la posibilidad misma de redención a través de la belleza.


4. El Sur como escenario mitológico.


Harper Lee se une a la estirpe de escritores que hicieron del sur estadounidense un espacio de conflicto mítico: William Faulkner, Flannery O’Connor, Carson McCullers. Pero a diferencia del barroquismo gótico de Faulkner, Lee apuesta por una prosa transparente que no renuncia a la profundidad. Su Maycomb, Alabama, no es simplemente un pueblo sureño; es una alegoría del contrato social estadounidense, deformado por el racismo estructural. Como señalaba Bloom en sus lecturas de Faulkner, el Sur es una conciencia que no se puede redimir sin antes enfrentarse a su propia sombra. Y eso hace la novela: confronta sin odio, narra sin aleccionar.


5. El canon y la enseñanza moral.

"Matar a un ruiseñor" fue durante décadas lectura obligatoria en las escuelas americanas, hasta que su representación del racismo comenzó a ser cuestionada desde sectores académicos por considerarla paternalista o insuficiente desde una perspectiva crítica actual. Sin embargo, lo que Harper Lee logra —y lo hace de manera magistral— no es cerrar el debate, sino abrirlo: su novela educa no por predicar una ideología, sino por formar una sensibilidad. Y esa es precisamente una de las condiciones que Bloom atribuía a los grandes textos: el poder de forjar lectores más allá de sus certezas inmediatas.

En definitiva, Matar a un ruiseñor resiste el tiempo no porque idealice un pasado o proponga soluciones simplistas, sino porque se atreve a sostener —en medio de la oscuridad— una forma de fe. Fe en la palabra, en la justicia, en la educación, y sobre todo, en el arte de escuchar al Otro. Como diría Bloom: “Lo que importa no es lo que el libro enseña, sino lo que nos exige ser como lectores”. Y este libro, sin duda, exige valentía moral.



lunes, 21 de abril de 2025

Jornada Especial de la Radio "50yPico"


El día 2 de abril tuvo lugar 
un programa especial de la Radio Cuac FM titulado "50yPico" que se hizo íntegramente en la Sénior de Ferrol. 

En la última parte, a partir del minuto 44 y hasta el final se habló sobre la Sénior y especialmente sobre nuestro Club de Lectura, con la participación de alumnos de la Senior de Ferrol entre ellos nuestro coordinador del Club de lectura, Antonio Polo y uno de los miembros del club, Fina Santamaría.



T
ÍTULO:  CUAC FM. RADIO «50 y PICO» (FEGAUS) Federación Galega de Asociaciones Universitarias Sénior.
Fecha: 02.04.2025
Lugar. Edificio Ayuda al Estudio. Campus Industrial de Ferrol
Programa desde el Aula 2.1 de la Universidad Sénior de Ferrol

SESIÓN IX (24/25): "La boda de Chon Recalde" Gonzalo Torrente Ballester

 


Ficha Técnica

Nº de páginas:  224

Tiempo de lectura: 5h 17m

Editorial: Planeta

Idioma: Castellano

Encuadernación: Tapa dura

ISBN: 9788408015932

Lugar: Barcelona

Año de edición: 1995

BIOGRAFÍA de Gonzalo Torrente Ballester

 

Gonzalo Torrente Ballester fue un destacado novelista, dramaturgo y ensayista español, nacido el 13 de junio de 1910 en Ferrol, Galicia, y fallecido el 27 de enero de 1999 en Salamanca. Su vida y obra abarcan gran parte del siglo XX, siendo testigo directo de los grandes conflictos y transformaciones sociales, políticas y culturales de la España contemporánea.

Cursó estudios en Santiago de Compostela y en la Universidad de Oviedo, y posteriormente se doctoró en Filosofía y Letras. A lo largo de su vida, compaginó la labor docente con la creación literaria. Fue catedrático de Literatura en varias universidades, entre ellas la de Salamanca, ciudad con la que mantuvo un vínculo especial.

Su primera novela importante fue Javier Mariño (1943), aunque alcanzó el reconocimiento nacional con El señor llega (1957), primera entrega de la trilogía "Los gozos y las sombras", obra que retrata los cambios sociales y políticos en una Galicia ficticia, y que sería llevada a la televisión por TVE en 1982 con gran éxito.

Su narrativa se caracteriza por el uso del lenguaje cuidado, la ironía, el simbolismo y una visión crítica y filosófica de la historia. En La saga/fuga de J.B. (1972), quizás su obra más ambiciosa, mezcla realidad y ficción con un estilo innovador que anticipa el realismo mágico.

Afiliado durante un tiempo a Falange, Torrente Ballester fue evolucionando hacia posturas más críticas y personales, manteniendo siempre una independencia intelectual. Fue miembro de la Real Academia Española desde 1975 y recibió importantes premios, entre ellos el Premio Cervantes en 1985.
Además de novelista, escribió ensayos literarios, piezas teatrales y colaboró como crítico y articulista en diversos medios. Su voz también tuvo eco en la radio y la televisión, donde destacó por su rigor y claridad expositiva.

A lo largo de su carrera, Torrente Ballester defendió el valor de la ficción como una forma de conocimiento y libertad. En sus obras, la imaginación y la historia se entrelazan constantemente, creando mundos en los que lo fantástico y lo real conviven sin contradicción.

Fue padre de ocho hijos, y su legado literario es considerado uno de los más sólidos del siglo XX español. Hoy, su casa natal en Ferrol es sede de la Fundación Torrente Ballester, dedicada a preservar su memoria y difundir su obra.


BIOGRAFÍA de José Antonio Ponte Far.

José Antonio Ponte Far, nacido en Negreira en 1948, es un destacado escritor, profesor y político gallego. Se licenció en Filología por la Universidad de Santiago de Compostela y obtuvo el doctorado en Filología con una tesis sobre la presencia de Galicia en la obra narrativa de Gonzalo Torrente Ballester. Durante su carrera docente, ejerció como catedrático de Lengua y Literatura Castellana en el instituto Concepción Arenal de Ferrol y como profesor en la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED), sección de Ferrol.

Ponte Far es reconocido por sus estudios literarios, especialmente sobre autores gallegos como Gonzalo Torrente Ballester, Ramón del Valle-Inclán y Camilo José Cela. Ha publicado numerosos artículos en revistas especializadas como Grial, Bradomín y FerrolAnálisis, y ha colaborado en obras colectivas. Entre sus libros destacan:

·      La vida en palabras (2019)

·      Plácida mirada: viéndolas pasar (2013)

·      Viéndolas pasar (2005)

·      A memoria de Ferrol (coautor)

·      Galicia en la obra narrativa de Torrente Ballester (1994)

·      Camilo José Cela, su arte literario (1994)

·      Renovación de la novela en el siglo XX, del 98 a la guerra civil (1992)

Además de su labor académica, ha participado activamente en la vida cultural de Ferrol, formando parte del Ateneo Ferrolán, la sociedad Valle Inclán y el Club de Prensa. En 2023, se incorporó a la lista del Partido Popular en las elecciones municipales y posteriormente ejerce como concejal de cultura en Ferrol.

RESEÑA

 

La boda de Chon Recalde es una obra en la que Torrente Ballester, con su maestría narrativa, nos ofrece una mirada irónica y perspicaz sobre la sociedad ferrolana y su relación con la Armada. A través de la historia de su protagonista, nos sumerge en un mundo de normas estrictas, apariencias y conflictos internos, en el que el peso de la tradición choca con los deseos individuales.

Es una novela imprescindible para entender no solo la obra de su autor, sino también la idiosincrasia de una ciudad como Ferrol.

En esta ocasión, el Club de Lectura ha contado con la lúcida participación del profesor José Antonio Ponte Far, especialista en la obra de Torrente, en un acto que tuvo lugar en el Salón de Grao de la Facultad de Humanidades del Campus Industrial de Ferrol. Ponte Far, que además conoció personalmente al autor, condujo al auditorio con la sabiduría de viejo profesor y también con fino sentido del humor.

En un momento de su intervención, Ponte Far nos cuenta una anécdota que como tal bien pudiera ser cierta, o no. En relación con el ejercicio del poder que las “generalas” (mujeres de los oficiales que gobernaban de facto la vida social de sus maridos), nos  recuerda que Torrente vivía con problemas de visión pero no así del oído, que lo tenía como el de un tísico. En una ocasión, continúa Ponte Far, mientras Torrente leía la prensa en la terraza de un café, este escuchaba la conversación que mantenían dos señoras que ejercían tal poderío en plaza. Una le daba la enhorabuena a la otra porque el teniente de navío fulano, joven y apuesto, seguía en relaciones con la hija de esta. La madre de la jovencita confirmaba su afirmación en la alegría, pero mostraba cierta  inquietud por que el susodicho teniente estaba embarcado en un buque que pronto sería destinado a Cartagena. Torrente, se revolvía en su asiento prestando más atención a la historia que a las noticias del diario. Y tú ya sabes cómo son las mujeres de Cartagena señalaba la madre. Bien que lo sé. Pero lo que tienes que hacer es hablar con menganito que ahora es el Capitán General de la Zona y que creció con nosotras para que haga algo al respecto. En caso contrario veo que el teniente caerá en los brazos de alguna muchacha cartagenera bien dispuesta. Ah, no sé, no sé dudaba la otra.

Pasado algún tiempo, Torrente tuvo la oportunidad de coincidir con el Capitán General en un acto público. Fue entonces cuando Torrente se acercó a este que también era viejo conocido y le consultó. Perdona que te haga una pregunta indiscreta. ¿Recuerdas aquel asunto del teniente de navío que mantenía relaciones con la hija de fulanita y que iba a ser destinado a Cartagena? Claro que lo recuerdo. Me intriga saber qué ocurrió —señaló Torrente. ¿Qué decisión tomaste entonces? —preguntó Torrente. Pues la más  efectiva. ¡Dejé el barco en Ferrol! —sentenció el Capitán.

 1. Ferrol como escenario y su influencia en la trama

Ferrol, ciudad naval por excelencia, es un personaje más en la novela. Desde el siglo XVIII, con la creación del Arsenal y los astilleros, la Marina ha moldeado su estructura social, su economía y su mentalidad colectiva. En La boda de Chon Recalde, esta influencia es palpable en la rigidez de las normas sociales y en la jerarquización de las relaciones personales.

La protagonista, Chon Recalde, pertenece a una familia con estrechos lazos con la Armada, lo que determina sus posibilidades y limitaciones. En Ferrol, donde la tradición militar impone valores como el honor, la disciplina y la obediencia, Chon se enfrenta al dilema de cumplir con las expectativas familiares o seguir su propio camino.

2. La boda como símbolo de una estructura social cerrada

El matrimonio de Chon Recalde no es solo un evento personal, sino un acto que refuerza el orden establecido. En una ciudad donde los enlaces matrimoniales solían afianzar posiciones dentro del escalafón social, la boda de la protagonista adquiere un peso simbólico.

Torrente Ballester utiliza la celebración nupcial como una metáfora de la asfixia social de Ferrol. Chon, atrapada entre su destino previsible y su deseo de independencia, encarna la lucha entre la tradición y la modernidad, un conflicto que también afectó a la ciudad en las décadas posteriores a la Guerra Civil.

3. El estilo de Torrente Ballester: ironía y crítica velada

Uno de los grandes aciertos de la novela es el uso de la ironía, un recurso habitual en la obra de Torrente Ballester. El autor no solo narra los acontecimientos, sino que los observa con un escepticismo elegante que desmonta las pretensiones de sus personajes.

A través de diálogos agudos y descripciones minuciosas, Torrente pone en evidencia la rigidez de una sociedad que, a pesar de su fachada de honor y disciplina, está plagada de contradicciones y pequeños despotismos domésticos.

4. La importancia de la memoria histórica y la transformación de Ferrol

Más allá de la historia de Chon Recalde, la novela también ofrece una reflexión sobre la evolución de Ferrol. En el momento en que se desarrolla la trama, la ciudad todavía mantiene su carácter de enclave militar clave, pero empiezan a vislumbrarse los cambios que, con el tiempo, modificarán su estructura económica y social.

Torrente Ballester, con su estilo inconfundible, nos deja entrever que las estructuras de poder que parecen inamovibles terminan por desmoronarse con el tiempo. La historia de Ferrol es también la historia de una lucha entre la permanencia y el cambio, entre la tradición y la modernidad, una tensión que resuena en la vida de Chon Recalde y en el destino de su entorno.

 La boda de Chon Recalde es una obra en la que Torrente Ballester, con su maestría narrativa, nos ofrece una mirada irónica y perspicaz sobre la sociedad ferrolana. A través de la historia de su protagonista, nos sumerge en un mundo de normas estrictas, apariencias y conflictos internos, en el que el peso de la tradición choca con los deseos individuales.

Es una novela imprescindible para entender no solo la obra de su autor, sino también la idiosincrasia de una ciudad como Ferrol.